Dicen que el buen vino mientras más viejo, mejor… y en el medio artístico dominicano hay unos cuantos que están probando que eso no es solo refrán. Pasados los 40 —y algunos con bastante ventaja— estos artistas y comunicadores siguen firmes en la escena, y en explicación a la frase inicial, mejoran con el tiempo.
El merenguero Eddy Herrera encabeza el listado, según una reciente encuesta realizada por esta revista Luminarias TV. El también llamado “galán del merengue”, a sus 61 años, mantiene una carrera sólida, un matrimonio estable, dos hijas y tres nietas.
Le sigue el animador y productor Jhoel López, con 42 años y seis de casado con la comunicadora Liza Blanco. Con dos hijas y una presencia constante en los medios, López ha sabido combinar madurez con estilo, sin perder chispa.
Otro que figura en esta selección es José Guillermo Cortines, mejor conocido como Memo, quien a sus 51 años suma una extensa trayectoria en televisión, cine y teatro, tanto en el país como en el extranjero. Está casado con la actriz Dominique Bonelly desde hace 18 años y es padre de dos niñas.
El actor y productor Frank Perozo también figura en esta lista. Con 47 años, ha sabido mantenerse como figura clave del cine dominicano. Hace poco volvió a la soltería tras una breve relación con la locutora Gabi Desangles, y es padre de un joven.
Enrique Quailey, conductor y animador, es otro de los nombres mencionados. Con 48 años, casado y con dos hijos, sigue siendo una de las figuras más constantes y reconocibles de la televisión nacional.
También está el abogado y comunicador José Martínez Brito, quien con 41 años ha ganado espacio en la opinión pública. Padre y esposo, ha sabido posicionarse por su estilo sobrio y directo.
Desde Santiago, Francisco Vásquez sigue vigente como presentador, actor y cantante. A sus 53 años, está casado y es padre de cinco hijos.
En el mundo de la música cristiana, Marcos Yaroide se mantiene como una figura destacada. A sus 49 años, lleva dos décadas de matrimonio con Laura Cárdenas y es padre de cuatro. La combinación de mensaje, presencia y voz lo sigue acompañando.
