La comunicadora Bárbara Plaza confesó que al encender la radio, la televisión o entrar a las redes, ya no sabe qué siente. Su corazón se arruga y, más que indignarse, le entristece. Según ella, esto le pasa a diario al ver en lo que se han convertido los medios de comunicación.
“Mi corazón se arruga y más que indignarme me entristece, juro que casi diario me está pasando; porque hemos permitido que el privilegio de edificar al mundo, entretener, tomar un micrófono, salir en una pantalla y formar parte del honor más grande que para mí es comunicar, se ha convertido en la más vil carnicería de todas”, escribió Plaza en un mensaje que publicó en su cuenta de Instagram.
La venezolana indicó que las ideologías llenas de odio y la polarización extremista desangran cualquier punto de vista diferente. Agregó que el “desarte” y su “nueva forma” reflejan cómo la ignorancia, atrevida, está hablando duro, grita, golpea mesas y hace más ruido.
Bárbara Plaza reconoce que hay cosas muy buenas en el mundo del espectáculo y excelentes protagonistas del mismo, pero se pregunta qué ha pasado con el arte y si aún estamos a tiempo, cuestionando si ya murió el amor por hacer el bien, edificar, entretener y avanzar.